20 junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas

¡Hola a todos y a todas!

Hoy es 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas. Y, aunque hayamos venido aquí para centrarnos en el tema de la educación y, más concretamente, en la campaña 1Gol por la Educación, la situación en que viven cientos de miles de personas a nuestro alrededor, en Sudáfrica, es una realidad que no podemos ignorar.

Gracias a la estrecha relación que existe entre el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y Entreculturas (una de las ONG que promueve la Campaña Mundial por la Educación en España, junto con Ayuda en Acción y Educación sin Fronteras), hemos podido entrar en contacto con David, Tabile y Rampe, las tres personas del JRS que están trabajando en el proyecto de refugiados urbanos en Sudáfrica. Todos ellos coinciden en afirmar que el fenómeno del "refugiado urbano" es aún reciente y que todavía hay que consolidar el método de atención a estas personas (pues, lejos de pensar en proporcionarles acceso a la educación, objetivo prioritario del JRS, se encuentran más bien en la etapa de asistencia básica, ofreciéndoles comida, ropa y alojamiento para su subsistencia inmediata).

La cifra oficial de refugiados urbanos y solicitantes de asilo en Sudáfrica es de 300.000, sin embargo, aunque la estimación real es compleja, se calcula que la cifra podría ser mucho mayor, esto es, 700.000 (el equivalente a 10 veces la capacidad del estadio de fútbol de Cape Town). Sin duda, es impresionante.

El mensaje del JRS para el día de hoy -en palabras de Rampe- es que "no debemos perder la memoria y no debemos olvidar que, en tiempos del Apartheid, fueron miles los sudafricanos los que buscaron refugio en los países vecinos... y que, a diferencia de lo que sucede ahora en Sudáfrica, fueron bien recibidos e, incluso, se les proporcionó acceso a la educación, lo que permitió que, pasados los años, cuando dichos refugiados volvieron a Sudáfrica, pudieran impulsar su país y contribuir a su desarrollo... Hemos recibido tanto apoyo de los otros países africanos durante el Apartheid que lo justo es que ahora seamos solidarios con ellos. Después de la comida y el respeto, la educación es el mejor regalo para cualquier persona refugiada".

Con este mensaje nos despedimos por hoy, deseando que la hospilatidad y la comprensión reine en todos los rincones del planeta.

Por cierto, ayer compré estas dos postales que, juntas, retratan a la perfección el paisaje social de Sudáfrica (al menos, de Johannesburgo):