Largo camino por recorrer

Esto está ya casi terminando, la declaración de la Cumbre ha salido ya, entiendo que está siendo aprobada, y que no habrá cambios… Y lo que la gente y los medios me han preguntado, me están preguntando es si la cumbre cumple las expectativas que teníamos, si se ha avanzado, y cuál es, en definitiva, nuestra valoración. Y la verdad es que la respuesta no es tan sencilla, y en los próximos días haremos valoraciones más oficiales.

Solo algunas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros.
La Declaración estaba ya previamente redactada y había pocas posibilidades de que cambiara. La verdad es que parece un poco extraño, y como señala una compañera norteamericana, esto es como tener las fotos de la boda antes de la ceremonia. No le falta razón, pero también hay que entender estas Cumbres como procesos mucho más amplios, previamente preparados, y que continúan después. Por eso, normalmente, no suelen ser muy revolucionarios, ni hay que tener excesivas expectativas en ellos.... esa es la primera valoración, un tanto personal. Por eso, también hay que continuar trabajando después.

La segunda es que el discurso es bueno, y en cuanto a educación, ha incidido en algunos aspectos que consideramos importantes, como una un mayor énfasis en atender a los sectores más marginados. Sin embargo, a cinco años del 2015, fecha en la que deberían cumplirse los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no hay planes de acción específicos, con hitos, calendarios y compromisos de financiación claros. Esa es lo más negativo, y no voy a negar su importancia, que es mucha.

Hay algunos anuncios positivos en educación, y seguramente en gran parte, se producen por el trabajo que estamos llevando a cabo muchas organizaciones, y sobre todo por vuestro apoyo. Australia ha anunciado una cantidad de 5 mil millones de dólares destinada a educación para los próximos cinco años, y también el Banco Mundial ha anunciado la cantidad de 750 millones de dólares para los próximos cinco años. Son anuncios positivos, pero necesitamos que otros países, como ha hecho Australia, tomen el liderazgo en educación. Contamos con vuestro apoyo para hacer que España también lidere educación, pero mucho me temo que estos tiempos de recortes no nos son propicios. Por eso habrá que redoblar esfuerzos.

Una de las principales esperanzas y de lo que se habla aquí es de los mecanismos innovadores de financiación. No es niego que resulta atractivo y que presenta grandes ventajas. Creo que ayer hablaba con entusiasmo de esta iniciativa. Sin embargo, más que los mecanismos propiamente dichos, lo importante es la voluntad política de llevar a cabo los compromisos.

Se lo debemos a todas las personas pobres y marginadas que, por cierto, no están en Nueva York.